Objetivo
Tomar conciencia que, en el día a día, con cada decisión
que tomamos nos vamos creando como persona y marcando el camino que queremos
seguir. Y en ese camino que elegimos, ¿lo tenemos en cuenta a Cristo o vivimos
encerrados en lo terrenal y rutinario?
Didáctica
1: STOP
Dar a cada
integrante una tarjeta con una situación cotidiana que representa diferentes
estados emocionales y/o físicos:
-Te mordió un perro -Te despidieron del trabajo
-Ganaste la lotería -Vas
a ser papá/mamá
-Vas al cine con el amor de tu vida -Te robaron la billetera
Una vez que cada jugador ha leído su situación, el director
del juego comenzará a dar órdenes que deben cumplir sin dejar de representar la
situación que caracteriza a su personaje. Luego de numerosas y movidas órdenes
(las cuales se dan con el objetivo de distraer a los participantes) se pide a
los jugadores que paren, observen y digan lo que vieron.
¿Qué sentimos cuando nos detuvimos a pensar, sin seguir las
órdenes de alguien más?
¿Que observamos cuando estuvimos siguiendo las órdenes?¿Y
cuando estuvimos quietos?
¿Alguno se dio cuenta de cómo se sentía el otro?
Didáctica
2: Fábrica de barcos:
Se le da a cada jugador un billete del juego del mismo
valor. El objetivo de todos es comprar los materiales necesarios para construir
un barco e irse de viaje. En la lista de materiales se encuentra:
-Ancla
-Madera
-Velas
-Clavos
-Herramientas
-Agua y comida
-Remos
-Barco completo
Conclusión
Muchas veces tomamos decisiones apresuradas sin pararnos a
pensar en cómo nos afecta en nuestra vida o en la de los demás. Aunque parezcan
cosas insignificantes, a veces hasta incluso el más mínimo acto o sonrisa puede
cambiarle el día a los que nos rodean. Constantemente nos olvidamos de que esas
pequeñas decisiones son las que nos forman en la vida y simplemente hacemos las
cosas por inercia, nos encerramos en nosotros mismos y nos dejamos llevar por
lo que dicen los demás o por la rutina y nos olvidamos de Dios. Realmente es
importante preguntarle a Él ¿Qué quieres de mí? ¿Cómo puedo actuar de la mejor
manera ante esta situación que se me presenta? ¿Qué harías Vos en mi lugar?; y
para ello debemos hacer un “stop”, mirar a nuestro alrededor y apreciar cada momento
como si fuera el último, y por ende actuar como si lo fuera. Como dice en la
Biblia “Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio
entendimiento. Reconócele en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas.” Proverbios
3,5-6.
Agostina Psenda | Sofia Chaves





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