Vimos el siguiente video para comenzar la reunión:
“Aconteció que Jesús acercándose a Jericó, un
ciego estaba sentado junto al camino mendigando…” Lucas 18,35.
Bartimeo (hijo de Timeo) era ciego y como
resultado era pobre, entonces se veía obligado a mendigar para ganarse la vida.
“Y al oír
ala multitud que pasaba, preguntó que era aquello. Y le dijeron que
pasaba Jesús nazareno. Entonces dio voces diciendo: “Jesús hijo de David ten
compasión de mí” Lucas 18,36-38.
Bartimeo era ciego y no pudo ver los milagros
de Jesús pero lo que había escuchado de Él era suficiente para convercerse de
que Dios había cumplido su promesa y había enviado al Mesías”
En cierto modo a nosotros nos ocurre lo mismo,
hemos hablado de Jesús de su poder, de su gracia y de su deseo de salvar a os
pecadores, aunque no los podemos ver con nuestros propios ojos. Bartimeo
reconoció a Jesús como “Hijo de David”. Bartimeo estaba convencido de que Jesús
es el enviado de Dios, EL Salvador de los pecadores.
“Entonces Jesús deteniéndose, mandó a
llamarle; y llamaron al ciego…” Mateo 10,49.
¿Pasaría de largo Jesús?. ¿Haría oídos sordos
al clamor de alguien?.
“Bartimeo entonces arrojando su capa se levantó
y vino a Jesús” Marcos 10,50.
Bartimeo arrojó su capa, era la única
propiedad que los mendigo tenían… se despojó de lo único que tenía y corrió
tras Jesús.
Jesús: ¿que
quieres que haga por ti?
Si Jesús tenía el poder de sanarlo ¿Por qué le
hace esa pregunta?.
Jesús sabía lo que había en el corazón de
Bartimeo pero Jesús quería poner en evidencia lo que realmente había en el
corazón de Bartimeo.
Jesús quería tener un encuentro con Bartimeo
para que éste pudiera expresar su NECESIDAD y FE, para establecer una relación
con él de comunión personal con él.
Bartimeo sabía muy bien lo que quería y lo
pidió con FE…¿Qué obtuvo?.
“Que se
haga como has dicho, tu fe te ha salvado”
“Bartimeo recobró la vista y siguió a Jesús,
glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vió aquello, dio alabanza a
Dios”.
Hoy Jesús quiere tener una relación personal de
comunión con vos…
Hoy
Jesús te pregunta: ¿Qué quieres haga por ti?.
“Que se
haga como has dicho, tu fe te ha salvado”
Oración interior en silencio y personal…
Lectura de salmo 25: Salmo
de súplica y confianza.
A
ti, Señor, elevo mi alma, a ti que eres mi Dios. En ti he confiado, que no
quede avergonzado ni se rían de mí mis enemigos.
3. Los que esperan en ti no serán confundidos, pero sí lo serán
quienes te mienten.
4. Haz, Señor, que conozca tus caminos, muéstrame tus senderos.
5. En tu verdad guía mis pasos, instrúyeme, tú que eres mi Dios y
mi Salvador. Te estuve esperando todo el día, sé bueno conmigo y acuérdate de
mí.
6. Acuérdate que has sido compasivo y generoso desde toda la
eternidad.
7. No recuerdes las faltas ni los extravíos de mi juventud; pero
acuérdate de mí según tu amor.
8. El Señor es bueno y recto; por eso muestra el camino a los que
han pecado.
9. Dirige los pasos de los humildes, y muestra a los sencillos el
camino.
10. Amor y lealtad son todos sus caminos, para el que guarda su
alianza y sus mandatos.
11. ¡Rinde honor a tu nombre, Señor, y perdona mi deuda, que es muy
grande!
12. En cuanto un hombre teme al Señor, él le enseña a escoger su camino.
13. Su alma en la dicha morará, y sus hijos heredarán la tierra.
14. El secreto del Señor es para quien lo teme, le da el
conocimiento de su alianza.
15. Mis ojos nunca se apartan del Señor, pues él saca mis pies de la
trampa.
16. Mírame y ten compasión de mí, que estoy solo y desvalido.
17. Afloja lo que aprieta mi corazón y hazme salir de mis angustias.
18. Contempla mi miseria y mi fatiga y quítame de encima todos mis
pecados.
19. Mira cuántos son mis enemigos y con qué odio violento me
persiguen.
20. Defiende mi vida, líbrame: no quede confundido de haber confiado
en ti.
21. Integridad y rectitud me guardarán, en ti, Señor, he puesto mi
confianza.
22. OH Dios, redime a Israel de todas sus angustias.
También
festejamos el cumple de la comunidad!
Milagros
Sisterna | Agustín Cuesta | Micaela Psenda

